En las noches, mi memoria solía embestir mis emociones, sacudir mis recuerdos, hasta que de una u otra manera terminaba desvaneciéndome en lágrimas, ahogándome en mi almohada, y enamorándome de la tristeza pero desde que estás a mi lado no ha habido ni una noche en que pasara eso.
Tú trajiste a mi vida toda la felicidad que ya hace tiempo se hallaba escasa, tú iluminaste mis días con esa sonrisa tan tuya que me derrite con solo verla, con esas mejillas y labios que piden a gritos ser llenados de besos, con esos brillantes ojos cafés en los que me pierdo cuando nos vemos.
En ti encontré algo que no sabía que buscaba.
En ti encontré algo que sabía que buscaba.
En ti encontré algo más de lo que buscaba.
Y a veces, cuando me encuentro mirándote en tu descuido, me cuesta creer que eres real. La perfección que alcanzas es solo digna de una obra de arte, tu silueta delineada por el fino pincel de la mano del más talentoso pintor, tus labios a delicados trazos y tu piel tallada por los mismísimos dioses, tu cabello que recae despeinado, tan libre como lo eres tú, sobre tu rostro angelical.. Te juro, amor mío, que no puedo siquiera pensarte sin comenzar a temblar.
En otras ocasiones, cuando me miras en mi descuido, sé que eres real, y me pierdo en el océano de tus ojos. Me hipnotizan, me derriten. Tú derribas todos mis muros con solo una mirada. Tú destrozas mi ser con tu dulce aroma, me reconstruyes con la pureza de tu amor, y yo, yaciendo inmóvil ante tus hechizos, lo único que puedo hacer es enamorarme más y más.
Quiero entregarme a lo que me haces sentir, a lo que te hago sentir. A ti. Me cautivas. Me cautiva la manera en que sonríes tímidamente cuando te digo palabras bonitas. Me cautiva como siempre eres tan tú.
No sé si fue la manera en que me miras, la forma en que sonríes, el misterio que emanas, o el roce de tu piel con la mía, que me hizo ser tu más devota creyente. Ocho meses después me lo sigo preguntando. Y cuando pienso en una respuesta solo me topo con más y más cosas que me encantan de ti.
Una vez alguien me dijo que el amor es darle al otro la oportunidad de destruirte esperando que no lo haga pero ¡ay, vida mía!, no me importaría que me destruyeras si antes tengo la oportunidad de quererte como nadie lo hizo antes.
Si antes tengo la oportunidad de amanecer a tu lado acariciando tu mejilla, mirándote a los ojos. Si antes tengo la opotunidad de compartir esos besos que tanto nos gustan con humo incluido, y la sonrisa que siempre le sigue. Si antes tengo la oportunidad de tomarte de la mano. Si antes tengo la oportunidad de quedarme en silencio observando tu belleza. Si antes tengo la oportunidad de cantar contigo tus canciones favoritas en los paseos en el carro. Si antes tengo la oportunidad de que compartamos conversaciones profundas y un cigarro, y por supuesto, deleitarme al verte fumar. Si antes tengo la oportunidad de que me llames mi amor y sentir que mi corazón se salta latidos. Si antes tengo la oportunidad de tener una conexión especial e íntima contigo y un sexo que me lleva a las nubes, dejándome sedienta por más, adicta a ti.
A veces el amor llega en momentos inesperados, bajo circunstancias inimaginables, pero cuando llega lo sabes. Y, cariño, cuando nuestros labios se rozaron por primera vez, lo supe.
Anhelo gritarle al mundo que te quiero.
Mi lirio. Mi nube de algodón.