lunes, 18 de agosto de 2014

Principe

Sentí su pesada mirada sobre mí y como una sonrisa se dibujaba en su rostro entre tanta oscuridad. Sonreí cómo sí eso me agradara mientras se quedaba allí sin emitir una palabra por un par de minutos que sentí como horas, hasta que por fin decidió dejar el lugar que ocupaba a mis espaldas para encontrarse directamente con mi rostro inexpresivo aunque por dentro estuviese inundada de un sentimiento que no era meramente terror o meramente ansiedad sino una sofocante mezcla de ambos y algo que no podía identificar pero se paseaba entre cariño y un profundo odio hacia aquel ser. Por más que intentara evitarlo ha logrado ver a través de mí. Maldición.Él estaba allí, pero no podía siquiera dirigirle una tímida mirada. Pero cuando me atreví a ello y buscaba un encuentro con sus melancólicamente vacíos ojos, no había no un pequeño rastro de que estuvo allí. ¿Estaría volviéndome loca? ¿Existirá realmente? Dudo de ello hasta cuando siento sus repulsivas caricias sobre mí, me es imposible pensar sin sentir de nuevo las "caricias" que cortan como cuchillas con las que ha recorrido cada centímetro de mí dejando horribles cicatrices visibles ante mis ojos solamente. De un momento a otro comencé a sentir su presencia y como ésta se aproximaba a mi posición junto con un mareo que casi me hace perder el equilibrio, pero antes de que pudiera sentir el roce de mi piel con la suya de nuevo y la desesperación me invadiera, habían otras caricias sobre mi piel y no.. No cortaban ni siquiera lastimaban, era el segundo en acariciarme pero eran tan apasionadas como el rojo de una rosa pero tan suaves que casi actuaban como la morfina que necesitaban los sentimientos marcados sobre mi piel. Pasó a ser el primero. Eran adictivas, sin duda alguna. Y tan..De golpe me encontré a mí misma en una habitación, la misma que he conocido desde que era una pequeña niña.Nada había ocurrido. Nada, salvo las caricias que apagaron las llamas de mis heridas.Y no dudé más; le amaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario